A principios del siglo XVII la población de color proliferó notablemente en México. Existían varios grupos denominados rebeldes. Uno de ellos fue combatido y dominado en 1609 por el capitán Pedro González de Herrera, enviado del virrey Luis de Velasco II. Comandaba a los negros un hombre corpulento e indómito, le decían El Yanga. Nació en el territorio africano de Bron. Había llegado y escapado de inmediato en 1579.
el virrey no solamente accedió al indulto y a su designación como gobernador, sino también a la concesión de las tierras falderas del Pico de Orizaba, donde El Yanga vivía con su grupo de insurgentes desde treinta años atrás.
En 1655 los libertos se asentaron definitivamente en San Lorenzo de los Negros, villa que perpetuaría después el nombre de su jefe. Hasta hoy, cada año se celebra el 10 de agosto, día de San Lorenzo, pero una semana antes comienza un carnaval dedicado al negro Yanga.
HERRAMIENTA
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